sábado, octubre 06, 2007

Ignacio Camacho, periodista

«La regulación legal de los símbolos religiosos en la enseñanza pública abriría un debate que conduce inevitablemente al del laicismo. Pero incluso en ese caso merecería la pena. Porque la verdadera controversia de la sociedad abierta contemporánea no está entre una conciencia laica y una católica que pueden fácilmente convivir en pleno respeto, sino entre la libertad y el fundamentalismo, entre la igualdad y la sumisión» (ABC, 4.10.07).

Traducción
«El laicismo es un concepto que muchos hemos demonizado. Ahora bien, nos conviene esgrimirlo para atacar a los musulmanes (pues son fundamentalistas, a diferencia de la Iglesia Católica Romana, representante máximo de la libertad y de la igualdad entre sexos), sin que ello signifique que las limitaciones que ponemos a éstos se puedan extender a la los católicos.»