«Aunque el fútbol
no sea más que una manifestación deportiva a la que no conviene sacar del
terreno de juego por la puerta falsa, tiene la magia de reunir a toda una
nación en torno a su equipo. Y cuando los jugadores exhiben la calidad personal
y moral de La Roja,
entonces hay motivo para sentirse orgulloso» (La
Razón, 30.6.12).
Traducción
«Es obligatorio
para todo español sentirse orgulloso de cómo juegan, en nuestro
nombre, unos millonarios. Ya sé que sólo es una manifestación deportiva,
pero yo la saco del terreno de juego (aunque diga que no “conviene”)».