«Pienso más en los
niños de una escuela en un pequeño pueblo de Níger, que van dos horas a clase,
tienen que compartir una silla entre tres y pese a todo están ansiosos por
recibir una educación. Están todo el tiempo en mi cabeza, porque pienso que
necesitan aún más ayuda que la gente en Grecia» (La Vanguardia, 26.5.12).
Traducción
«Me importan un
bledo los nigerinos, solo me acuerdo de ellos para enmascarar un poco mis
cínicas e implacables intenciones contra Grecia y contra Europa. Eso sí, espero
que nadie se acuerde de que gano más de 400.000 euros anuales por llevar a
países enteros a la ruina.»