«Breivik era acusado de nacionalista e islamófobo por
propaganda política de ese signo encontrada en su casa. Pero esa era la mejor
prueba de su demencia: hasta el más zote es capaz de comprender que un nacionalista
islamófobo noruego no mata a 92 noruegos en su mayoría cristianos por razones
políticas. En cambio, un autoproclamado yihadista [Merah] sí mata a cuatro
judíos en coherencia con las ideas “políticas” que profesa. Y, lo que es más
relevante, un yihadista cree su obligación asesinar a hijos del islam que se
han integrado en el Ejército de una nación cristiana porque los considera lo peor
que se puede ser: herejes» (ABC,
22.3.12).
Traducción
«Como las ideas de Breivik no me parecen tan detestables
como las que se atribuyen a Merah, lo clasifico como loco, no como fanático; no
puedo concebir que un fanático ultraderechista pueda asesinar a gente de su
raza y cultura por haberse desviado de la “ortodoxia occidental”; un fanático
islamista sí, por supuesto.»